Dice el dicho, acerca de los que se dedican a la traducción: “Traduttore, Traditore” (Traductor, traidor). Efectivamente, cuando se traduce se puede traicionar el sentido del texto fuente dado que toda traducción es una interpretación de sentido de una lengua a otra en la que media el traductor. Pero del mismo modo, y gracias al traductor, podremos leer un texto traducido que, si está bien hecho, se acerque al máximo al sentido del texto fuente con toda su riqueza. [Leer más…]