Con motivo del Día Mundial del SIDA, 1 de diciembre de 2013
Una viuda seropositiva de Etiopía está ayudando a cientos de mujeres embarazadas que viven con el virus a dar a luz a bebés sanos, libres de VIH, con una tasa de éxito del 99%. Hirut Alemayhu ocultó el hecho de que era seropositiva durante años, incluso de su hija. Pero en la actualidad es una fuerza poderosa en la lucha contra el VIH/SIDA en su comunidad local, centrándose especialmente en las mujeres embarazadas.
«Mi venganza contra el VIH es que estoy usando todas mis fuerzas para detener las nuevas infecciones. Utilizo todas las oportunidades para hablarle a la gente sobre el VIH/SIDA, pero me preocupo especialmente por las mujeres embarazadas. Las busco y las exhorto a hacerse pruebas. Si tienen el VIH, me aseguro de que tengan el tratamiento y asesoramiento adecuados para que no se lo pasen a sus hijos por nacer. ¡Una vez tuve a 360 mujeres en mi lista de seguimiento y dieron a luz a 359 bebés libres de VIH!», relató Hirut.
El trabajo dedicado de la señora Alemayhu, que realiza exclusivamente como voluntaria, está contribuyendo a la estrategia «Llegar a Cero» de ONUSIDA, que trata de conseguir «cero nuevas infecciones, cero discriminación, cero muertes relacionadas con el SIDA» en 2015. Gracias a los esfuerzos combinados del gobierno, las ONG, las iglesias y otras organizaciones y, no menos importante de todos, de personas como la señora Alemayhu, se logró un buen progreso en los últimos años.
ONUSIDA informó acerca de una reducción del 35% en el número de nuevas infecciones entre niños desde 2009, y que el 62% de las mujeres embarazadas están tomando ahora medicamentos antirretrovirales. El informe también muestra otros importantes avances en la lucha contra el VIH/SIDA.
Entonces, ¿cómo cambió la señora Alemayhu de ser una mujer asustada que ocultaba un terrible secreto a una apasionada activista del VIH/SIDA que marca una verdadera diferencia en las vidas de las personas? Ella relató que su participación en el programa de educación del VIH/SIDA basado en la Biblia, el programa El Buen Samaritano, fue un momento decisivo para ella. «Cuando mi esposo murió de SIDA, la gente decía que contraer el virus era un castigo por el pecado. Por eso, cuando me enteré que tenía VIH, me sentí avergonzada y lo mantuve en secreto, incluso mintiendo sobre ello a mi hija de ocho años de edad. Estuve débil y con dolor durante años, pero todo cambió para mí cuando me invitaron a un taller del programa El Buen Samaritano. Aprendí que el VIH/SIDA era una enfermedad como cualquier otra, que puede ser tratada y que podía vivir una vida buena y productiva. Por primera vez, sentí que podía abrirme y compartir mi historia. Me encontré queriendo ayudar a los demás en mi situación a descubrir estas verdades», confesó.
La señora Alemayhu, que pasó a convertirse en una capacitadora para el programa El Buen Samaritano, es una de los muchos cientos de miles de personas en el África subsahariana que han sido ayudados por el programa. Dirigido por las Sociedades Bíblicas desde 2004 en asociación con las iglesias y otras organizaciones, utiliza historias bíblicas para hacer frente a los prejuicios en torno al VIH/SIDA, proporciona apoyo a los que tienen el virus y desafía a las comunidades a su alrededor para hacer los mismo en lugar de rechazarlos. También proporciona información de salud vital sobre el virus.
«El programa El Buen Samaritano se realiza actualmente en más de veinte países africanos. Gracias a nuestros estrechos contactos con cientos de iglesias, que se encuentran en el corazón de la vida comunitaria en muchas partes de África, somos capaces de alcanzar a cientos de miles de personas a nivel local cada año. Las iglesias han acogido el programa, y los cristianos y las personas de otras tradiciones están aprendiendo a comportarse de manera responsable y volverse buenos samaritanos con todos los que les rodean», aseguró Kofi Agamah, director del Servicio de VIH de Sociedades Bíblicas Unidas, que supervisa el programa.
«Nos sentimos muy alentados por el último informe de ONUSIDA, que muestra un verdadero progreso en la lucha contra el VIH/SIDA. Pero estamos de acuerdo con ellos en que todavía queda mucho trabajo por hacer antes de alcanzar la visión de ‘Llegar a Cero’. Estamos comprometidos a continuar nuestro trabajo y estamos agradecidos por las muchas personas que, al igual que la señora Alemayhu en Etiopía, se unen a nosotros en la lucha contra el VIH/SIDA», conclyó Agamah.
Las fotografías que acompañan a esta historia pueden encontrarse y descargarse aquí.
Sociedades Bíblicas Unidas es una fraternidad de 146 Sociedades Bíblicas que operan en más de 200 países y territorios. Juntas constituyen los más grandes traductores, publicadores y distribuidores de la Biblia. Las Sociedades Bíblicas también están activas en áreas como la prevención de VIH/SIDA, la sanación del trauma y la alfabetización. Las Sociedades Bíblicas trabajan con todas las iglesias cristianas y muchas organizaciones no gubernamentales internacionales.
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