El 25 de agosto pasado falleció Eugenio Nida, destacado lingüista creador de la teoría de la “equivalencia dinámica o funcional”, en la que intervienen conceptos lingüísticos, estudios culturales, ciencias de la comunicación y psicología, con el fin de obtener una traducción clara y entendible al tiempo que precisa. Influenció el campo de la traducción moderna marcando las pautas de esta disciplina, así como el de la traducción de la Biblia que evoluciona extraordinariamente a mediados del siglo pasado. Este método fue usado, junto al formal, en la traducción de La Palabra, el mensaje de Dios para mí, entre otras versiones promovidas por las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU).
«Nida aplicó este principio no sólo a la traducción a nuevas lenguas sino también a nuevas traducciones en lenguas como el inglés o el castellano. Así surgió la versión de la Biblia que en castellano conocemos como Dios Habla Hoy o Versión Popular. Del trabajo de Nida también se ha beneficiado la reciente traducción “La Palabra, El mensaje de Dios para mí”. Por ejemplo, en la versión Reina Valera la traducción literal de Lucas 24.13 dice “Y he aquí dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén”. La versión “La Palabra, El mensaje de Dios para mí” usando la equivalencia dinámica dice: “Ese mismo día, dos de los discípulos se dirigían a una aldea llamada Emaús, distante unos once kilómetros de Jerusalén.”» explicó Samuel Escobar, presidente honorario de las SBU.
«De Nida se puede decir que de tanto traducir la Biblia se volvió uno de los mayores expertos mundiales en el arte y la ciencia de la traducción en general, cuyo nombre se asocia a tratados científicos como Teoría y práctica de la traducción que escribió con Charles R. Taber (Madrid: Editorial Cristiandad, 1986), a gran cantidad de Manuales para traductores de la Biblia y a nuevas ediciones de los textos griego y hebreo de la Biblia» expresó Escobar en una extensa nota aparecida en la publicación Protestante Digital.
Nida había relatado sus experiencias en el trabajo de traducción bíblica en su nota autobiográfica denominada Mi peregrinaje en la misión. Allí expresó que había sido «un privilegio darse cuenta que el mensaje de las Sagradas Escrituras es, ciertamente, el mensaje más importante y significativo para el día de hoy. Ver como una traducción clara e inteligible de la Biblia tenía un efecto transformador sobre un hippie psicológicamente perturbado, sobre un intelectual orgulloso y sobre una comunidad indígena oprimida y deprimida en los Andes, me hizo percibir que no hay sustituto real para estas buenas noticias.»
Una lección que Nida trató de comunicar en sus libros puede resumirse en las palabras de Samuel Escobar que dice: «Otro descubrimiento en este peregrinaje personal en las misiones ha sido el darme cuenta que lo que realmente cuenta no es lo que hacemos ‘por’ las personas sino lo que hacemos ‘con’ las personas… La gente local puede siempre hacer más de lo que pensamos nosotros los que venimos de fuera.»
Además Escobar preguntó: «¿Es posible que nuestra falla más crucial en el estudio de las misiones sea la tendencia a pasar por alto la dimensión espiritual? Con demasiada frecuencia nos concentramos en organizaciones, tácticas, estructuras y programas; y muy rara vez hablamos de devoción personal, vida desinteresada, apertura espiritual y conducta santa».
Deja una respuesta