Grand Rapids, MI, 3 de enero de 2024 — Editorial Portavoz lanzó al mercado una serie de libros sobre Charles Spurgeon compilados por Jason K Allen. Más allá de su poderosa voz, la pluma de Spurgeon produjo innumerables palabras de interpretación bíblica y sabiduría cristiana. En esta serie, se han recopilado y organizado sus reflexiones por temas. El primero a destacar será «La prioridad de la oración», un libro que comienza donde Spurgeon siempre comenzaba: con la oración.
Es sabido que el destacado predicador decía: “El éxito de nuestra oración será proporcional a nuestra fe”. Toda su obra siempre estuvo circunscrita a ese gran eje y la compilación de Allen es brillante en rememorar este elemento central de toda predicación de uno de los predicadores más importantes de Londres.
“Spurgeon no solo se sentía reconfortado por las oraciones de otros; él mismo se dedicaba a la oración. Después de su primer viaje a Londres, preguntaron al afamado evangelista estadounidense D. L. Moody si había tenido el privilegio de oír predicar a Spurgeon. Moody respondió: ‘Sí, pero aún mejor, le he oído orar’. Aunque era conocido como ‘el príncipe de los predicadores’, la oración fue lo que catalizó su fervor espiritual y su impacto ministerial. Y la oración producirá el mismo efecto en todos nosotros”, asegura Allen.
Como resumen del primer capítulo sobre las condiciones del poder de la oración, el compilador explica: “Se enumeran los elementos esenciales del poder de la oración: volverse como niños en obediencia, reverencia, confianza y amor. Si prevalecen estos elementos básicos, nuestras oraciones no serán improductivas. Cuando nos acercamos a Dios observamos nuestras vidas y descansamos en su Espíritu para que dirija nuestras oraciones”.
Se trata de un libro que acompañará al nuevo predicador y al más experimentado, al nuevo creyente y a aquel que busca cada día la dependencia del Señor a lo largo de su vida, a una vida de oración extraordinaria. Este compendio va desde el hecho de hablar con Dios, orar y esperar una respuesta, hasta orar sin cesar; todo un proceso de santidad y santificación, de confiar y abandonar toda ansiedad.
Más información en: www.Portavoz.com
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