El Paso, TX. 15 de mayo de 2025 — El duelo por la pérdida de un hijo durante el embarazo es una de las experiencias más difíciles que puede atravesar una mujer. Así lo relata la autora Abbey Wedgeworth en su libro “Abrazada”, una obra conmovedora que se sumerge en el dolor, la fe y la esperanza en medio de un aborto espontáneo.
Wedgeworth comparte con honestidad el momento en que, tras escuchar el corazón de su bebé en una primera consulta médica, semanas después solo encontró silencio. El diagnóstico fue devastador: aborto espontáneo retenido. La vida que albergaba en su vientre se había detenido, pero su carga emocional apenas comenzaba.
“Nunca estuve tan cerca de la muerte. Está literalmente dentro de mí, donde debería haber vida”, escribió la autora en su diario, en palabras que abren el primer capítulo de su libro.
A lo largo de sus páginas, Abbey acompaña a las lectoras en un recorrido emocional, espiritual y bíblico, enfrentando preguntas humanas universales: ¿Dónde está Dios en medio de este dolor? ¿Por qué permitió esto? ¿Le importa?
La obra no ofrece respuestas rápidas ni frases hechas. Por el contrario, propone un acercamiento sincero a Dios a través de las Escrituras, en especial el Salmo 139, que lejos de ser un texto sobre las personas, revela el carácter íntimo de un Dios que conoce, sostiene y permanece.
“Puedes tomar la decisión de permitir que tus circunstancias moldeen tu comprensión de quién es Dios, o permitir que la Biblia te diga quién es Dios para darte a conocer la forma en la que respondes a tu dolor”, anima Wedgeworth.
“Abrazada” no solo valida el dolor profundo de una pérdida gestacional, sino que ofrece consuelo al recordar que incluso en medio de la ausencia y el sufrimiento, Dios sigue siendo amoroso, fiel y cercano.
El libro incluye meditaciones bíblicas, preguntas de reflexión y momentos de oración para ayudar a las lectoras a procesar sus emociones desde una perspectiva cristiana, recordando que la cruz también fue el lugar donde Dios experimentó la pérdida de su Hijo, como expresión suprema de amor y consuelo.
En tiempos donde el dolor por la pérdida perinatal es aún un tema silenciado, “Abrazada” se convierte en una herramienta pastoral y espiritual para quienes atraviesan este duelo invisible, recordando que Dios está presente incluso en los momentos de mayor oscuridad.
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