Me imagino que muchos de ustedes han visto en los titulares de los principales medios de comunicación la noticia sobre la controversia relacionada a Chick Fil-A, una cadena estadounidense de comida rápida que está siendo boicoteada y sus dueños juzgados de “intolerantes” por apoyar “la definición bíblica del matrimonio”.
Desde su fundación, este restaurante familiar liderado actualmente por Dan Cathy, hijo de Truett Cathy, fundador de la compañía, se ha destacado por operar bajo los principios cristianos; incluso cierran sus puertas los domingos para que sus empleados tengan la oportunidad de ir a la iglesia si así lo desean.
El Señor ha prosperado este negocio y lo seguirá respaldando a pesar de las críticas recibidas en los últimos días, de eso no tengo duda porque Dios es fiel con aquellos que le son fiel. Pero les comparto estas líneas para que nos unamos en apoyo a la familia Cathy, que sin temor “al que dirán” y a los clientes que posiblemente no volverán a su restaurante, han defendido las creencias sobre las cuales se fundó esta gran nación.
Dan Cathy, CEO de Chick Fil-A afirmó en entrevista con Baptist Press: “Apoyamos mucho a la familia, a la definición bíblica de la familia. Somos un negocio familiar, llevado por una familia, estamos casados con nuestras primeras mujeres. Damos gracias a Dios por eso. Quizá no es algo popular para todos, pero gracias a Dios vivimos en un país en el que podemos compartir nuestros valores y operar según los principios de la Biblia”.
Eso fue todo, no dijo que negarían la entrada a sus restaurantes a personas con diferentes creencias, o que no contratarían a personas homosexuales, lo cual es discriminación y estaría en contra de la ley.
Sin embargo, lo que sí es discriminación es lo que están haciendo algunos políticos en Chicago quienes se están oponiendo a la apertura de un local de Chik-fil-A en su distrito. Asimismo, el alcalde de Boston, Thomas Menino, le escribió una carta a Cathy donde le pide que desista de sus planes de abrir una franquicia en el Freedom Trail de la ciudad.
De igual modo, debido a la postura de la compañía, se han realizado protestas en diferentes sucursales de la cadena de restaurantes, y varias parejas del mismo sexo están planeando besarse en los locales de Chick-fil-A el 3 de agosto.
Además de la controversia y las fuertes críticas, recientemente dos grandes tiendas han lanzado sus campañas publicitarias en oposición a los comentarios de Dan Cathy. Una de ellas es Amazon, cuyo fundador y presidente, Jeff Bezos, se convirtió en el promotor financiero más grande a favor del matrimonio entre homosexuales, al donar $2.5 millones de dólares para apoyar la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo en el estado de Washington.
Por su parte, al igual que la tienda Gap y JC Penny, la tienda Target acaba de lanzar una campaña nacional a favor del matrimonio entre homosexuales, a través de una publicidad para registro de bodas donde aparece en la portada del anuncio dos hombres vestidos desmoking y agarrados de las manos.
Entonces, ¿si las compañías que son pro-familia son tildadas de ser anti-gays, diremos que las compañías pro-gay son anti-familia?
Posiblemente, algunos piensen que es un problema de los Estados Unidos o de las multinacionales, pero en realidad es un problema más profundo que no debemos dejar de lado; porque sin duda aquellas personas que están en contra de los valores cristianos están aprovechando esta controversia para destruir nuestra reputación e intimidarnos a permanecer callados para no ser tachados de “intolerantes”, “homofóbicos” y quién sabe qué cosas más.
No se trata de iniciar una guerra mediática, sino de pararnos firmes en nuestras convicciones como lo hicieron los dueños de Chick Fil-A.
Es por eso que me he unido el próximo miércoles 1 de agosto al “día de reconocimiento a Chil-fil-A”, una iniciativa del ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee.
El propósito de esta actividad no tiene ningún fin político y tal como lo expresa el propio Huckabee en la página de este evento en Facebook: https://www.facebook.com/events/266281243473841/, el objetivo es simple: ir a comer en uno de los restaurantes de Chick Fil–A el 1 de agosto para apoyar un negocio que opera bajo los principios cristianos y cuyos dueños están dispuestos a defender los valores bíblicos.
En un reciente anunció el Rev. Billy Graham, considerado el cuarto hombre más admirado en Estados Unidos, según una encuesta realizada por Gallup, manifestó su gratitud a la familia Cathy por defender la definición de Dios del matrimonio, y además felicitó a Mike Huckabee por motivar a los americanos a apoyar la cadena de restaurantes. “Yo mostraré mi apoyo visitando uno de los Chick Fil-A este miércoles”, dijo Graham.
Más allá de apoyar económicamente el restaurante se trata de defender el derecho de expresión de cada ciudadano de esta nación. Por eso, ¡a mí que me den más pollo!
Por Fayra Castro
Directora de El Mensaje Comunicaciones
Publicado por CVC La Voz
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