Hace unas semanas se firmó el primer convenio académico que vincula al flamante IEJ con el Seminario Internacional Teológico Bautista. La noticia de la creación del Instituto la dio el mismo Lucas Leys en todas las Convenciones celebradas durante éste año en Guatemala, Argentina y Estados Unidos.
Ahora en un diálogo mano a mano con el director de Especialidades Juveniles, Lucas Leys, revela detalles que no se habían publicado hasta hoy.
– Que la visión de tener un lugar de capacitación académica para líderes juveniles salió de Especialidades Juveniles, específicamente de Lucas Leys, no lo duda nadie. ¿Cómo te guió Dios a moldear y encarar este desafío?
– Especialidades Juveniles tiene el propósito de ayudar a las iglesias a contar con líderes juveniles que sepan cómo evangelizar y discipular a la presente generación de manera efectiva. Proponer una continuación formal o académica a los eventos de capacitación que venimos haciendo por todo el continente, era simplemente una secuencia lógica. Igual, habiendo dicho eso, te confieso que por bastante tiempo no pensé en ser nosotros los que fundáramos una institución académica. Sino, más bien, nos veía como un banco de recursos para las instituciones ya existentes y ayudarlas a formar un programa de pastoral juvenil. De hecho, lo hemos hecho con varios seminarios en distintas partes de América Latina. Pero hace unos 3 años me desperté inesperadamente en medio de la noche con la convicción de que debía hacer más que eso. Recuero que no me pude volver a dormir y a la mañana siguiente llamé a mi papá de Miami a Buenos Aires, para contarle lo que me proponía. Arranqué diciéndole que tenía un nuevo proyecto y que me había despertado en medio de la noche convencido de que Dios me estaba dando esta nueva misión y el antes de que yo le dijera de qué se trataba me dijo: “vas a abrir un instituto para pastores de jóvenes…”. Primero me quedé mudo y luego le pregunté por qué me decía eso. Él me respondió. “¿Y para qué tenés un doctorado? Dios no te permitió tener el titulo académico más alto que existe para no hacer nada académico.”. Obviamente sentí las palabras de mi papá como una confirmación de que algo especial estaba ocurriendo.
– ¡Qué impresionante! Sin dudas Dios tenía algo grande entre manos. Ahora suele suceder que los pastores tienen dudas respecto a enviar a sus líderes juveniles a capacitarse por temor a que las actividades académicas terminen impidiendo que el líder siga su labor con los jóvenes en la iglesia local. ¿Cuál es la visión del IEJ respecto a éste tema?
– Especialidades Juveniles se ha destacado por enfocarse en ayudar a las iglesias locales. De hecho, todo lo que producimos tiene su aplicación en la iglesia local y una y otra vez hemos escuchado testimonios de pastores y padres agradecidos por lo que los líderes de jóvenes de sus congregaciones han aprendido en nuestras capacitaciones. El Instituto va a mantener eso en mente. Por eso el programa de estudio llevará solamente un año para quienes lo hagan de manera intensiva o podrá hacerse al ritmo del estudiante y sus posibilidades si así lo prefieren. Además el estilo pedagógico será increíblemente práctico. Tanto que los rucos no se llamarán así sino “proyectos” porque el foco de cada uno es la aplicación práctica y eso usualmente se da en la iglesia local.
– El IEJ trabajará en conjunto con el Seminario Internacional Teológico Bautista de Buenos Aires y el Seminario Teológico Centro Americano de la ciudad de Guatemala además de contar con el sponsoreo del Seminario teológico Fuller ¿cómo fue el sentir de los directivos de estas casas de estudios cuando les hiciste la propuesta de trabajar en conjunto para este proyecto? ¿Les costó ponerse de acuerdo?
– Todos recibieron la idea con mucho entusiasmo. Hoy es sabido en todo el continente que Especialidades Juveniles es sinónimo de excelencia y que detrás de la marca hay un movimiento incipiente que está cambiando cómo la iglesia pastorea a las nuevas generaciones. Además mi papá tenía razón. Mi doctorado de Fuller ha ayudado a estas instituciones académicas tengan seguridad de que estamos hablando el mismo idioma cuando hablamos de educación ministerial. Un ejemplo es la lista de profesores. El 90% de todos los involucrados en el proyecto tienen mínimo una licenciatura y los que no, es porque son reconocidas autoridades en su campo, aunque no tengan un titulo. Pero insisto, es solo un 10 por ciento. Estos 3 seminarios ponen en la mesa sus créditos y nosotros la maquina de mercadeo más importante en el mundo de la pastoral juvenil hispana así que era una buena combinación.
– Quizás uno de los atractivos más grandes es la diversidad del plantel de profesores elegido ¿Cómo se hizo ésta selección?
– Fue fácil. Convocamos a los más especializados ministros en pastoral juvenil del continente. Gente con experiencia, títulos académicos, que sean autores y se conozca su integridad. No todos son famosos aunque muchos lo son en el medio del liderazgo juvenil. La base lógica fue, número uno: seleccionar cuales eran los temas que debíamos abordar de manera obligatoria al pensar en un programa de pastoral juvenil- y luego fue elegir al mejor en cada área. Me da un poco de pudor decir esto, pero así fue que dejamos afuera algunos que son conocidos por hablar de temas generales de ministerio juvenil pero que no son considerados la máxima autoridad en ninguna de los subtemas.
– Una de las características de todos los eventos de EJ es el uso de la tecnología y la innovación ¿Estarán esas características presentes en el Instituto también?
– Definitivamente. De hecho, muy posiblemente sea lo más innovador y tecnológicamente avanzado que hemos hecho hasta ahora. Cada curso, o «proyecto» como ya adelanté, será producido audiovisualmente así que no se limitará a un aula con un profesor hablando y varios alumnos escuchando. Habrá videos, investigaciones y novedades específicamente producidas para cada curso. Muchos de los trabajos prácticos y exámenes se harán online y muchas de las clases se completarán por video conferencias. Verdaderamente creo que el IEJ tiene el potencial de cambiar cómo se hace la educación ministerial en nuestro continente.
– El IEJ comenzará en Guatemala y Argentina ¿Por qué el IEJ comienza en dos sedes de manera simultánea? ¿habrán otros países dónde se abran nuevos centros?
– Especialidades Juveniles es un ministerio continental. Hoy tenemos oficinas en 8 países. Realizamos eventos de entrenamiento en todos los países de habla hispana del mundo y nuestros libros se pueden encontrar en casi cualquier rincón del planeta. Así que obviamente nuestra carga excede la de un país. Lo de hacer dos Institutos y no, uno es para poder cooperar con iglesias en las dos principales regiones de America Latina: Sudamérica y Centroamérica. Lo de Argentina y Guatemala se debe a que estos son hoy por hoy centros neurálgicos y de fácil acceso en ambas regiones. Además los seminarios con los que nos asociamos también fueron claves para decidir dónde poner los institutos. EL SITB es el seminario con la mejor acreditación de todo Sudamérica y el SETECA con la mejor de Centroamérica así que pudiendo dar la mejor acreditación por qué conformarnos con menos.
Respecto a la idea de abrir otros en el futuro, eso queda pendiente para otro capítulo. No voy a decir que no ni que si, porque ahora estamos enfocados en que estos dos sean lo mejor que puedan llegar a ser y luego el Señor guiará nuestros pasos. Al simplemente alguien mirar el crecimiento de EJ puede creer que tenemos un plan de dominación mundial…ja, ja, pero quienes me conocen de cerca saben que no me desespera el crecimiento numérico y hasta que he cerrado muchas puertas si no estoy seguro que es el Señor el que quiere que las abramos.
– Finalmente, ¿por qué un líder juvenil debe considerar capacitarse en el IEJ?
– Trabajar con jóvenes es una misión vital para el cuerpo de Cristo y siempre digo que para la sociedad entera. Los líderes juveniles tienen el privilegio de trabajar con el ser humano en la etapa justa para torcer el rumbo de la historia de un individuo, una familia y por qué no, una nación. Los jóvenes están decidiendo con quien se van a casar, cual es su vocación, están definiendo su identidad y esta probado que son al tierra mas fértil para el evangelio y las revoluciones sociales. Por eso necesitamos líderes preparados. Líderes que sean dar repuestas a las preguntas de esta generación. Líderes que sepan dar un consejo sabio y líderes que sepan comunicar la palabra de Dios de manera relevante para que esta generación la atesore. Por eso no vasta con líderes juveniles que sepan tocar un instrumento, sean simpáticos y sepan tener un micrófono en la mano. Necesitamos líderes que sepan leer las tendencias culturales, líderes que sepan pedagogía bíblica a la vez que psicología evolutiva del adolescente. Líderes que sepan diferenciar las tradiciones humanas de los mandatos divinos. Y lideres que sean lo suficiente versátiles como para liderar en circunstancias adversas, sin un presupuesto, con la exigencia de los padres y las demandas de la sociedad. Cada pequeña partícula del IEJ estará comprometido con la misión de ayudar a las iglesias a contar con mejores lideres de jóvenes. Así que estoy convencido que los pastores mas sabios querrán que sus lideres juveniles vayan al IEJ. Las denominaciones querrán asegurarse que sus lideres juveniles vayan el IEJ, y los lideres juveniles que quieran responder a esa pasión por la juventud que Dios puso en sus corazones van a querer estudiar en el IEJ.
– Gracias Lucas por tu tiempo. Toda esta información es más que esclarecedora. ¿Hay más información?
– Sí, por supuesto. Todos mantenganse atentos a las novedades en www.institutoej.com
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